El extraño caso del alma perdida, en el calor que derrite errores, dudas, y misterios sobre la oscuridad del ser humano.
No todos ellos tienen su cara al descubierto. La mayoría esconde una repugnancia que hace cambiar la oscura sensación de fragilidad, que, como una copa de cristal, estalla en nuestros oídos tras el golpe mortal.
Se esconden. Murmuran. Intentan pasar desapercibidos. Pero el ojo todo lo ve. Se derrama sobre su párpado muerto, un extraño líquido curativo. La fuerza incontenible logra que se supere, que busque más.. Que no acepte el mundo de la simulación.
La risa del que poco duerme. La mirada sutil. El odio escondido. La locura alienada. La cueva infernal, donde las trampas y el engaño seducen al espíritu torturado que una vez fue un humano. Un ser vivo, tangible como un trozo de madera, o la tierra bajo los pies. Un ser que ya no es lo que fue.
Convertida en una bestia horrible, no permite el descanso eterno, ni acepta que el espiral descendiente de sus ideas, fue lo que hizo que este sea su lugar. El incandescente mar de los deseos, de las destrucciones, de los huecos sin llenar.
Su vista está perdida, su cara descansa en el suelo. Pálida, fría, olvidada. Se desliza hacia el fondo.. lentamente.
Hacia el olvido...
Uñas arrancadas, piel sucia y podrida.. Una risa.. La risa eleva su tono hasta que llena la habitación.
Y revive.
Pero lo que vuelve a la vida es un ser irreconocible. Abre su boca, gigante, rota, con moretones negros, pero no emite sonidos.
Una serpiente sale lentamente de su boca. Se arrastra. Mientras el cuerpo que fue humano, se contorsiona horriblemente, y se queda quieto, como una escena pegada sobre otra.
La habitación, de techo bajo y paredes gruesas, se vuelve muy fría. La serpiente termina de salir, pero está muerta.
Una figura encorvada hacia adelante, que ya no recuerda como se sentía estar viva.
El engaño..
Todo es un engaño..
Tiene la cabeza hacia un lado.
Solo es cenizas. No lo sabe. Nunca puede saberlo. No lo entendería.
Es la hora del amanecer. Pero nunca amanece. Está más oscuro que nunca. Debe ser una pesadilla.
No lo es. La cara muerta hace gestos con la boca, tal vez involuntariamente. Los puntos de sutura empiezan a ceder, y los labios se van prolongando hasta llegar casi a los pómulos.
No hay sangre. La mandibula se deja caer.
Más oscuridad.
Desperar en el suelo, ingrávido. Sin aire en los pulmones, sin vida en los ojos.. Pero porqué despertamos?
Ella, lo ha arrastrado a su mundo...
Precious and fragile things
Need special handiling...
My god, what have we've done to you!?...
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